viernes, 22 de enero de 2010

RELATIVIDAD...



Efectivamente todo en la realidad es relativo, relativo a un punto de referencia. El mundo no puede entenderse sin relatividad, ya decía Einstein.

Y es que en México todo es absolutamente relativo a una serie de puntos interminables que no alcanzan a ser codependientes ni remotamente.

Cuando de buscar empleo se trata, el perfil de los aspirantes suele decir "capacidad de adaptación" pero es que en México sino tienes capacidad de adaptación simplemente no hay supervivencia. Es la lucha constante en esta jungla que nos rodea donde la adaptación sugiere prácticamente: sobrevivir a cualquier cosa.

Ayer pensé en esto mientras veía a un ciclista pasarse un alto en rojo... Los vehículos tienen que detenerse en el semáforo en rojo para evitar una colisión y sin embargo, el semáforo en rojo es absolutamente relativo para los ciclistas. Tan sólo el reglamento de tránsito es relativo y está sujeto a la interpretación de quien intenta acatarlo. Vuelta prohibida es relativo no? Depende de si no viene nadie... sino hay un tránsito cerca o algún otro impedimento. Los impuestos son relativos, la seguridad es relativa... y el robo incluso es relativo. Tan relativo que cambia de nombre según la escala y la persona que lo lleve a cabo.


Infinita relatividad la que existe en este país donde todo tiene sus puntos muy subjetivos de referencia, donde el contexto nos marca algunos factores que en algún momento, y a la propia conveniencia pueden volverse también relativos. La educación es relativa, el nivel cultural es relativo... y ¿a quién le importa?

Creo que peor aún es darse cuenta de que la palabra progreso quizá sea lo único que no entra en esta escala de relatividad, ya que gracias precisamente a ella... el término, concepto, significado y aplicación precisamente de la palabra PROGRESO, no existe.

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