lunes, 15 de diciembre de 2008

MISCELANEO






Fin de Año, siempre un revoltijo de cosas sin resolver y de propósitos que se quedaron a medio camino en algún lado. Quizá la buena intención que se perdió y que vuelve ahora gracias a la incesante mercadotecnia navideña. Ahora queremos ser buenos, dar regalos y disfrutar estos días con nuestros “seres queridos”… pero, ¿realmente estamos con los que queremos estar?
La crisis económica es tan fuerte que ahora vemos lindos comerciales de televisa diciéndonos que no debemos preocuparnos, que es lo mismo de siempre pero… no siempre hay esa clase de anuncios! Antes era más sencillo distraerse con el Chupacabras. “Efecto Chupacabras” debería llamársele también a esta Navidad plagada de distracciones superfluas.
Lo que definitivamente no fue superfluo fue el zapatazo que le aventaron a George Bush en su muy descarada visita por Irak! Dios! Cómo hubiera deseado que le diera en esa horrenda cara de simio atrofiado que tiene! Que pena que el karma no haga justicia tan pronta a tan nefasto ser humano. ¿Cuándo será que veamos el universo equilibrado? No parece que podamos recuperar muy pronto las esperanzas.
Y por lo pronto, el mundo se voltea de cabeza, ¿o es acaso que ya estaba así? Nuevamente Rusia gana el famoso “Miss World” con una candidata que bien parece haber sido la inspiración para Barbie. Qué lástima que eso no remedie el hecho de que la mayoría de las modelos rusas son llevadas a EEUU por medio de la mafia rusa y que cuando dejan de cumplir su contrato las avientan del séptimo piso de su departamento, como le ocurrió a la famosa top model Ruslana Korshunova, imagen de Nina Ricci. Lo que tampoco es un secreto, es que a estas modelos y a muchas mujeres rusas más las venden como esposas por catálogo. El fiasco que se han de llevar las pobres.
En este mundo de marketing despiadado seguimos viendo –y comprando- lo que nunca podremos ser y lo más importante: LO QUE NUNCA DEBERÍAMOS SER. Una simple imagen que le resta importancia a lo que por derecho y responsabilidad nos corresponde ser: UN VERDADERO SER HUMANO.