martes, 8 de septiembre de 2009

Frustración...

Todo esto me genera completa y absoluta frustración... ese maldito sentimiento que me invade y me impacienta. Me hace querer desaparecer... o desaparecerte a tí. Que te esfumes y que no existas, no al menos en mi mundo. ¿No puedes mudarte a tu propia dimensión? ¿Por qué me molestas tanto? Creo que es porque no soportas ceder el trono y ver que alguien puede ser más capaz.

Todo esto me genera frustración y lloro. Lloro sin poder evitarlo, ahogando con lágrimas una ira tremenda que llevo mucho tiempo arrastrando. ¿Por qué me quitas mi tiempo? ¿Por qué invades mi espacio? ¿Por qué me cuestionas sobre todo en la vida cuando no tengo el más mínimo ánimo de responderte? Odio perder mi tiempo así, odio perder mi pasión por vivir.

Me genera frustración y la frustración me invade. Me siento usurpada, tendida, insegura y como una fiera. Perdí todo lo que quería, todo lo que motivaba y ahora no me queda nada. Nada que no sea esta frustración inmensa, esta impotencia terrible y el claro pensamiento de que viviré siempre en soledad.

Ahora sé que no perdí mi voz, sino que mi cuerpo decidió dejar de hablar. No quiero hablar más. ¿Para qué? ¿Cón qué objetivo? Las palabras no sirven de nada... son absolutamente vacías y efímeras. Hablar, hablar, hablar... a todos les gusta hablar. Parece que la verborragia se adueña de sus vidas y hablan, hablan, hablan, hablan sin pensar. Y a mí ahora me queda escuchar... ceschuchar una cantidad inmensa de sandeces, de superficialidades, ¿cómo es que se olvidaron de lo importante que es pensar?

Hablar, hablar y hablar... yo ya no quisiera hablar nunca más. Se fue mi voz y a veces deseo que ya no vuelva, estoy harta de tener que escuchar el eco de mis palabras en mi cabeza, estoy hastiada de lidiar con esa voz que retumba en mi cerebro. No quiero hablar más, no tengo nada, absolutamente nada qué decirle al mundo. Quisiera callarme siempre, estar muda siempre y tan sólo... tan sólo poder cantar. Cantar para mí, en mi soledad. Cantar y no hablar, no hablar de nada más.

No hay comentarios: