sábado, 20 de febrero de 2010

Contracorriente...



I'm another step closer to the edge...

And I'm about to break!



Ver pasar todo frente a mis ojos en colores neutros y estacionados en cámara lenta... la bruma que levanta la madrugada me hace sentir a veces que estoy realmente cansada. El dolor de mi cuerpo, el ardor en la garganta, las ganas de dormir, en la camioneta, donde sea... donde pueda ver el amanecer. Tengo frío, tanto frío que me duelen las manos y los dedos. Y me duele el alma.

Me duele de tantas decepciones, y de tantas cosas con las que no puedo lidiar. Amistades que no son tal cosa... la tóxica situación familiar... la saturación de actividades que me he autoimpuesto para olvidar mi profunda depresión. Depresión que me aqueja desde hace muchos años y tan sólo quiero sanar.. quiero estar bien. Através de días de estudio y una serie interminable de insights me he dado cuenta aún con mayor claridad de lo complicada que soy... lo compleja que es mi mente... y a veces me siento tan mal con lo que soy.

Sí... esta es la historia que me he inventado sobre mí... esta historia de la mujer invencible, la que puede con todo... la que no llora nunca... y sí... sí puedo con todo aun a costa de mi propia vida y no, no lloro... pero no lloro porque a veces creo que el día que llore no voy a poder parar.

Hay días como hoy en que siento que me voy a quebrar... hay días como hoy en que pienso si vale realmente la pena estar nadando constantemente contracorriente y tratar de conseguir por la buena vía las cosas que quiero... Hay días como hoy donde me duelen los brazos, la espalda y el sentimiento me agobia... y tan sólo quisiera dormir y dejarme ir con la corriente. Dejarlo perder todo, no empezar de cero sino más bien no empezar nada, no gastar más fuerza en nada... ¿en qué estúpido momento decidí volverme prudente y abandonar mis demonios? ¿en qué momento abandoné esos demonios que me daban la fuerza de destruirlo todo? En algún momento decidí hacer las cosas bien... y carajo! qué difícil es hacer las cosas bien, con una buena intención, qué difícil es mantenerse recto ante un mundo que se convulsiona y se retuerce de las más oscuras maneras. Cambié mis demonios por la luz... pero en días como hoy, esa luz se ve en tonos tan neutros y tan pálidos que siento que me voy a quebrar... que voy a desaparecer... y que un día de estos... al fin la corriente me ahogará.
*Fotografía: Sergio Arvide Abundis

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