jueves, 6 de noviembre de 2008

OJOS

Ayer releía un correo que me mandó mi querido amigo Roberto. Me pide que no abandone la carrera y que siga en mi estudio de la comunicación. Y no sé, me seduce esa emoción de empezar de nuevo, me seduce la idea de empezar algo que cambie mi vida para siempre. Ganas de aventurarme en cosas nuevas, con personas nuevas. Pero luego, entre el sinsentido de la vida y de las situaciones. A veces me ilusiona una vaga pasión por algo... y luego, regreso a mi confort, a mi "plasta" que me mantiene sostenida de algún modo aquí. Atada, encerrada como un pájaro en una jaula.
Pero entonces me acuerdo de tí, y me acuerdo del calor de tus brazos, de las tardes y noches infinitas viendo la tele, de los besos, tan dulces, tan suaves, tan sinceros. Y entonces creo que no todo está perdido y que no todo está tan mal. Está esa pequeña parte de mi vida, de la monotonía, está ahí contigo, en nuestro paraíso, en ese pedacito de cielo que visitamos muy de vez en cuando, cuando podemos vernos.
Aun cuando quiero volver a empezar y tirar de mi vida todo lo que no sirve, aun cuando a veces quiero llorar de fastidio y tedio. Aún en esos momentos, pensar en tí es como un respiro de aire fresco... ahí es cuando me doy cuenta que te quiero. Ahí es cuando tus ojos profundos se vuelven los míos y veo a través de ellos un mundo nuevo.

No hay comentarios: