"It was easy to see...
It was love from above
that can save me from hell
and the Devil himself
could be put out of me"
Enfrentar las consecuencias de mis actos es algo que he tenido que aprender a hacer poco a poco según los sinsabores de la vida. Apreciar una responsabilidad en todo lo que pasa y es que aunque pueda parecer que eres víctima de un complot la responsabilidad está en tí también por no haber abierto bien los ojos y no haber sospechado o frenado la situación de alguna manera. Mi terapeuta dice que uno de mis grandes errores es que aún soy muy ingenua cuando hablamos de tratar a la gente. Fácilmente creo en el arrepentiemiento de una persona y en las buenas ofertas que vienen de corazón, o al menos eso quiero ver yo. Y mira que si bien sigo teniendo fé -quizá una fé un poco mensa- en el último año he recibido una serie de puñaladas por la espalda que si no fueran metafóricas pues ya estaría yo desde hace ratito descansando bien a gusto en el SEMEFO.
Y bueno, sin entrar en detalles a menos que no sean que hay un escarabajo café claro con tonos de dorado arrastrándose a su paso cerca de mi teléfono celular y que estoy viendo una foto de mi hermano y mía donde los dos éramos increiblemente guapos y jóvenes y llenos de ilusiones junto a una figura de cerámica de Don Quijote que se encuentra bastante roto. Como yo. Pero el Quijote está roto físicamente y yo, bueno más bien es que me siento partida por la mitad emocionalmente.
Y en medio de todo este infierno de indecisión y donde no sé qué me queda por pensar ni por creer, ni por esperar, y donde nisiquiera sé si realmente su puede confiar... en medio de todo eso bajó un angel del cielo con la forma más humana y más común posible y me rodeó con sus brazos y me cubrió con sus besos y se hizo llamar como cualquier otra persona... y sin darse cuenta me salvó del mismito infierno. Porque ese sentimiento que me inspiró en lo más profundo de mi alma expulsó mis demonios, a los que ahora veo de frente, lejanos y tan responsables de mis equivocaciones, y es que si hubiera oido al amor antes me hubiera evitado tantas cosas.
Llegó tarde, pero llegó que es lo importante, la redención entre tus brazos, la purificación de mi alma tan mancillada. Ahora sí te escucho y ahora sí te veo, ahora sí te quiero creer cuando me dices "no llores, que no te quiero ver llorar y todo está bien" ahora sí me mueves el mundo cuando dices mi nombre. Y si las circunstancias no fueran estas ten por seguro que me iría contigo al fin del mundo, al cielo o a donde tú me quieras llevar.
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