Increible cómo la realidad alcanza nuestras ficciones...
¿Será que la coaccionamos a que lo haga?
Realidad que es perseguida por una ficción tan real.
El persecutor, el siempre famoso e introyectado persecutor.
Y los muros grandes envuelven llenos de piedra la fortaleza, donde se resguarda lo excéntrico, lo inusual, lo torcido.
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