Este sábado se llevó a cabo una visita más al paraíso denominada Xluluc... El calor, bastante agradable, el río en su más bajo nivel con sus aguas absolutamente claras y calmas, y la invitación a nadar y a disfrutar de un día excepcional. Así fue como respondimos a la amable invitación del Embajador Iguano Pantaleón para asistir a su paraíso y disfrutar de todas sus maravillas. El sol estupendo, el río muy fresco y algunas horas bien pasadas entre nados y juegos, entre fotos y risas y por supuesto buena compañía.
La comida, exquisita, un buen mole de tierra caliente, con su pollo y arroz y unas muchas tortillas de mano recién hechecitas saciaron el hambre, el agua de mango, bien dulce sació la sed. Y ahí, con los amigos, nos olvidamos un poco del mundo, del tiempo, de todo lo que agovia. Para finalmente, visitar al embajador Pantaleón, en su jaula, conversar con él sobre sus planes, su nueva residencia y la compañía de los hombres y mujeres parte de la Organización de la UMA Xluluc.
Un día paradisiaco, de esos que hay pocos, donde por fin pude elevar mi mente y mi espíritu, donde por fin pude decidir que nada va a interponerse en mi camino. Un breve momento donde pude sentir que realmente TODO ESTÁ BIEN.
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